MENSAJE DEL DIRECTOR

Este informe de actividades constituye el paso de una doble frontera y el comienzo de una nueva andadura para el Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN; un periodo marcado por la evolución en su programa de trabajo y en su funcionamiento.

El 2012 ha significado la finalización del programa cuadrienal de UICN para el periodo 2009-2012, con la obtención de más del 70% de los resultados que nos habíamos propuesto y la ejecución de 31 proyectos en el Mediterráneo. También ha conllevado la elaboración y el tránsito a Un Único Programa Global de UICN 2013-2016, aprobado en la Asamblea de Miembros reunidos en Jeju en noviembre de 2012, y ha coincidido con la preparación de un renovado programa subregional para el Norte de África.

Las tres áreas del Programa de UICN: valorar y conservar la naturaleza; una gobernanza efectiva y equitativa de los recursos naturales; y el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza, enmarcan el apoyo que desde UICN-Med estamos dando al desarrollo de productos fundamentales para el conocimiento en el Mediterráneo en torno a las Listas Rojas de Ecosistemas; las Listas Rojas de Especies Amenazadas; las Áreas Claves para la Biodiversidad; la Base de Datos Mundial de Áreas Protegidas; la Dependencia Humana de la Naturaleza; y, englobándolos todos, un Marco de trabajo para la Gobernanza de los Recursos Naturales.

En 2013 se comienza a consolidar el cambio de modelo interno en consonancia con lo sucedido a nivel global. Un periodo de reflexión, actualización y cambios que se ha visto influido por las consecuencias de un nuevo escenario operativo marcado por una fuerte crisis económica y por los cambios políticos acaecidos en los países del entorno mediterráneo, que han condicionado la funcionalidad del Centro y la ejecución del programa de UICN en el Mediterráneo. Esta situación ha obligado a una nueva dinámica, estratégica y financiera, que asegurara un eficiente desarrollo de sus iniciativas y de sus proyectos, así como el cumplimiento de los compromisos adquiridos por la UICN en su Programa Mediterráneo y para el Norte de África.

Esta reorientación en el funcionamiento del Centro no solo responde a un intento de maximizar la eficacia en medio de la necesaria austeridad, sino también a reforzar la ejecución y el impacto del Programa de la UICN, potenciando más eficazmente los respectivos papeles, capacidades y características específicas de los varios constituyentes de la Unión: nuestros Miembros, Comisiones, Comités Nacionales y la Secretaría.

Durante estos dos años se han fortalecido las relaciones institucionales en temas de gobernanza en la región, incrementando el nivel de cooperación con organismos internacionales como el Convenio de Barcelona o la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo; con nuevos socios como la Unión del Magreb Árabe y colaboradores como la Unión para el Mediterráneo. Se ha hecho un gran esfuerzo en reforzar las relaciones con los Miembros de UICN en los países del Norte de África, intensificando las relaciones con los Comités Nacionales de Marruecos, Argelia y Túnez y restableciendo contactos con Libia y con Egipto, tras la eclosión de la “primavera árabe”.

Dispuestos a continuar avanzado en la conservación del Mediterráneo, queremos agradecer al Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente de España, a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que hayan continuado apoyando al Centro, a pesar del difícil marco presupuestario consecuencia de la crisis actual. En esta delicada coyuntura, el apoyo financiero e institucional de la Fundación MAVA, del Fondo Francés para el Medio Ambiente y de la Comisión Europea, han sido ciertamente determinantes para que el Centro pueda continuar logrando los objetivos del programa 2013- 2016 de UICN para el Mediterráneo.

Nuestra gratitud va igualmente para todos los países y gobiernos que colaboran con UICN para un Mediterráneo más sostenible, y especialmente a aquellos del Norte de África, sin cuya cooperación sería imposible nuestra labor.

Nuestro Mediterráneo sigue afrontando grandes retos y necesita de organizaciones fuertes y flexibles capaces de movilizar el conocimiento y capital humano, dinamizar redes y apoyar los procesos de gobernanzas regionales. UICN-Med quiere y debe seguir siendo un actor clave en la región fortaleciendo la integración de las dimensiones sociales, económicas y culturales en las estrategias de conservación con más cooperación, renovando las relaciones institucionales y las redes, promoviendo conceptos más innovadores y aportando soluciones basadas en la naturaleza para contribuir a la sostenibilidad de nuestro modelo de desarrollo y, a fin de cuentas, lograr el bienestar de las sociedades mediterráneas.

En ello pondremos todo nuestro empeño en los próximos años.

ANTONIO TROYA
Director
Centro de Cooperación del Mediterráneo
UICN-Med